Nerd Boyfriend
Ponerte el vestido de la mamá cuando era una bella lozana que se creía la “dancing queen” de la tropa de aleonadas jovenzuelas que deambulaban con jeans hasta el ombligo. Instalarte los lentes del tío que en ese tiempo andaba arriba de una moto con unos Ray Ban que eran la sensación de las chiquillas, una de las cuales hoy es tu tía Yoly y mamá del insurrecto de tu primo. O por último encontrarte con el bolso de cuero a dos broches de la juventud de tu tío abuelo, y que te lo regale, qué maravilla.
La verdad es que hablar de modas y vestir, hoy por hoy, para quien escribe, es tremendo tema. Y de ningún modo hablo de la superficialidad que implica, sino más bien del documento estético sociológico que significa. Es decir, en palabras copiadas de Vásquez Rocca, es “esa capacidad que tiene la moda de darnos cuenta de las sensibilidades de una época, en particular de la voluntad de ruptura e innovación o, por otra parte, de férreo conservadurismo quedando definido el asunto del vestir como un asunto sustancialmente político. La moda ésta en la calle y por lo tanto es parte constitutiva de la res pública”.
Pero, pero, lo dejo sólo hasta ahí casi como subtítulo de reflexión, porque la extensión del tema es gigante y esto perdería el objetivo. Porque vamos, el fin de este post es darles a conocer una página que es abakanada al máximo. Y es que para estos tiempos en donde el vintage (apodo de la moda retro) parece ser el ícono de aspiración e inspiración de muchos, sucede que los personajes de antaño cobran una valoración tal, que vuelven hoy a figurar como verdaderos modelitos a seguir. Y este sitio claramente te ayuda en la tarea.
El gabán de Paul McCartney, los lentes de Scott Walker, Rick Moranis o los del escritor y actor Eric Chase, la corbata de Saint Exupéry (cachense esa), quizás las zapatillas de David Bowie o las del bueno y joven Paul Newman, todo esto puede ser tuyo, muchacho o jovenzuela con ansias de pololo ondero (porque ojo, son sólo machos recios con pretéritos tiempos de laureles).
Así es, ellos buscan la foto, miran detalladamente las prendas y accesorios del alfa, y lo buscan en toda la web para que tú lo puedas adquirir, y sentirte en alguna milésima de segundo como ellos, haciendo honor por supuesto a la celebración del simulacro que vivimos hoy por hoy en nuestra infleunciable sociedad. El único problema: tu pilcha o chuchería puede estar en cualquier parte del mundo, pero con money no problem, así es internet.
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