Recuerdos...

Era una locura. Me invadía el cuerpo esa sensación de nitidez translucida, seguramente por el horario. Ese dolor de estómago que no me dejaba tranquila. Y otra vez. Otra noche que terminaba y comenzaba fumando amanecer.

No sé si hablo ahora o ayer, pero todo está tirado en este suelo que toco con mis pies acalambrados; un desorden horrible invade este lugar que es mío. Este lugar en donde todo ya pasó. Y extraño tanto el murmullo, extraño esos gritos y esas canciones de Bloc Party, esas desenfrenadas voces que eran todas juntas mi mejor acompañante. Mi espalda acompañada de un brazo, ese brazo que debe haber sido uno de los más adorados por mis membranas. Sus pies molestando los míos y esos vasos llenos de algo.
Ahora que ya todo pasó es cuando extraño, cuando no duermo, cuando miro todo esto y ya nada respira.
Los pies se me hielan. Mis dedos están cansados de sostener éste cigarro que ya se transforma en amargo. Quiero volver a escuchar, quiero volver a sentir. Y la búsqueda de nuevos amaneceres debe continuar. Ahora que éste sol comienza a levantarse otra vez. Ahora que el presente quiere cambiar. Ahora que mis pies quieren caminar. Ahora que mis impulsos se antojan a continuar.