Sus Sueños

Jamás lo he perdido de vista. En la misma esquina, el mismo abrigo, sus mismos zapatos (sólo sus cordones cambian de vez en cuando). Habla de sus aspiraciones, pero jamás de sus frustraciones -las que en secreto sé que fueron muchas.
Lo conozco, igual que a la Mecha. Pero ellos no tienen puta idea de quien soy. Quizás un personaje más de la muralla de todos los días. Y ni siquiera personaje.
Cada vez que las esperanzas volaban tenia la costumbre de mirarlo. Ayer creo que sentí eso mismo, eso mismo de que les hablo. Esa cosa que no tiene patas ni cabeza. Pero que sigue viva. Como la hidra de Cortázar. Por más que corto cabezas, todo vuelve a aparecer.
Quizás eso fue. Pero por primera vez sentí que pude ver sus ojos. Fue sólo entonces cuando viví sus sueños. Se parecían tanto a los míos que hasta hoy no puedo dormir.